Harry Potter

Harry Potter y su mundo pertenece unica y exclusivamente a J.K Rowling y a Warner Brothers, esta historia es sin fin de lucro.

Dedicado a todos ustedes que leen lo que yo tengo que contar.

Hola soy Arelis, autora del Fanfic: "19 y 2 años después" debido a problemas con Fanfiction no he podido actualizar los nuevos capítulos de "19 y 3 años después" La página no me lo permite. Es por eso que decidí abrir este blog y publicar por este medio.
Si ya leíste los capítulos he de decir que ahora estar corregidos y mejorados, se pueden leer otra vez y se han hecho algunos cambios para ser mas fiel al mundo de Harry Potter, en fin espero que me sigan leyendo.

viernes, 15 de abril de 2011

13 SCORPIUS MALFOY


Capitulo 13 SCORPIUS MALFOY

El viaje de regreso a Hogwarts no podría ser más tedioso, una repentina lluvia hacía el paso mas lento del expreso, Lily miraba la oscuridad del camino con fastidio. Habían sido unas pasables vacaciones en lo que cabia, su cumpleaños, el primero de enero fue divertido en cierta manera, no era muy agradable que también fuera la celebración del año nuevo y por lo general todos amanecían cansados por las celebraciones y su fiesta era a la media noche, exceptuando a su padre y sus abuelos que siempre procuraban ser los primeros en felicitarla a las doce de la noche…

Al soplar sus velas por lo general todos estaban atragantándose comiendo las tradicionales 12 uvas, pidiendo deseos, y no estar al pendiente cuando ella soplara y pidiera sus deseos. La pelirroja sé había acostumbrado, a recibir las felicitaciones de todos estando en un tono muy inconvenientemente alegre, aunque la diferencia es que hubo uno que otro comentario de pésame por estar en Slytherin, acompañado de una muestra de afecto fraternal y bochornosa…

Este cumpleaños había recibido, alguna ropa bonita, accesorios mágicos, una suscripción a la revista corazón de bruja por parte de Victoire y zapatos de tacón alto por parte de Ekaterina, algunas pociones olorosas, etc.…

Bueno la verdad es que todo había estado genial esa noche, hasta la torta de piedra por parte de Hagrid y la fantástica túnica de seda de la profesora Olympe, había sonreído con el regalo grande y explosivo que le ennegreció la cara por dos días de parte de Hugo y Albus, se había carcajeado mucho cuando la tía Hermione y su mama les inflaron las mejillas como globos.

Lo único que realmente irritaba a la joven, es que hasta la fecha no recibió ni una carta, tarjeta, pergamino o algo que diera señales de vida de cierto Slytherin, y eso realmente que la tenían decepcionada…

Frustrada con ella misma, no entendía porque a sus 11 años le molestaba tanto que ese rubio engreído no le mostrara afecto, desde cuando era tan importante, si hace un año no lo conocía y podía ser muy feliz.

-¿Fue tu cumpleaños Lily?- dijo Yue, que se encontraba a su lado, trenzándole el cabello-

-¿eh? si, si lo fue… cumplo el primero de enero- contesto distraídamente la pelirroja, volviendo a mirar hacia la ventana... -

- hay, pero no te regale nada…- dijo con apuro la pequeña oriental-

- no te preocupes, no sabias…- consoló Lily mientras seguía en su labor de mirar la ventana como si los rayos de la tormenta le fueran a contestar todas sus dudas.

Oh, ya sé- se levanto de repente Yue mientras tomaba una pequeña maletita que había colocado debajo del asiento y sacaba algo dentro de el- ¡Feliz no cumpleaños Lily Potter!- grito de repente, llamando la atención de todos los que ocupaban el compartimento, estos voltearon. Yue llevaba en sus manos una flor blanca muy hermosa y que olía exquisitamente, la otra niña la miro sorprendida y tomo el regalo que se le ofrecía- Es la flor de loto que usan en el cabello las sirenas del estanque de la casa de mi abuelo-

-Wow, esas flores son difíciles de conseguir, se hacen los más deliciosos perfumes con ellas y su aroma es muy duradero- observo Meredith junto a Rose, quienes miraban la flor muy sorprendidas.-

- su precio es algo elevado, acompañe a mi padre a comprar una, cuando quería disculparse con mi madre por haber dicho que no sabia cocinar o alguna cosa así, además ofrece protección- agrego la hermana mayor de Hugo, mientras este y Albus seguían su platica indiferentes, las cosas sobre flores olorosas no entraban en su lista de prioridades.-

- Yo no puedo aceptar…- trato de decir la Slytherin, pero Yue no la dejo terminar, excusando que no se preocupara, que la traía especialmente para ella. Así asombrada por el hermoso regalo, Lily olvido por un momento su enojo y comenzó a escuchar sobre las vacaciones navideñas de la Revenclaw.

-¡¿oh que es eso?- dijo interrumpiendo la oriental su platica, señalando a la ventana, inmediatamente la pelirroja volteo para ver a lo que se refería, pero solo veía la lluvia y la oscuridad del cielo, iluminado algunas veces por los relámpagos-

-ahí no hay nada… - observo Lily tratando de divisar lo que su amiga había querido mostrarle, pero esta seguía mirando a la ventana-

si había algo ahí, parecía un ave a lo lejos- afirmo meditando- como una lechuza-

-¿una lechuza?- pregunto dudosa a la oriental- pues ahí no hay nada.-

- te lo juro yo la vi- dijo convencida la Revenclaw, parada junto a Lily observando la ventana, tratando de localizar a lo que había visto la niña, después de pasar un rato y de levantar a Rose quien tenia una magnifica vista, para ver si ella localizaba el ave o lo que fuera que Yue hubiera

visto, se dieron por vencidas, volviendo a sentarse.

Por la noche llegaron a Hogwarts quien ya los esperaba con una suculenta cena-

Al bajar del tren Lily junto a Yue observaron los carritos que los habían traído hasta el tren para partir a casa al empiezo de las vacaciones de Navidad, se habían separado un momento de sus primos y hermanos al bajar del expreso-

-¡Lily!- escucho de repente y se vio envuelta por los brazos de Eliza quien la abrazaba de los hombros por detrás y Anne quien la miraba sonriente junto a ella, Yue dio un educado saludo. La pelirroja sonrió de gusto, aunque había tenido comunicación con ellas porque les había dado su dirección antes de irse, se sentía contenta por tenerlas en persona, subieron al carrito, platicando sobre sus vacaciones y esperando que este arrancara…

-¡Lily!- las interrumpió de pronto la voz de Will, todas las niñas voltearon y vieron al pelirrojo a unos 10 metros de distancia, Lily sonrió y lo saludo levantando una mano, pero se detuvo de inmediato, quedándose seria, reconociendo inmediatamente a la persona al lado de su amigo. Al mismo tiempo la carreta comenzó a andar y escucho decir a William que se verían en el castillo.

Scorpius Malfoy las miraba serio e indiferente, su cabello estaba oculto debajo de un gorro negro para nieve, pero algunos mechones escapaban fuera dé él. Cubierto de un abrigo negro y botas altas, su figura iba haciéndose cada vez más pequeña. La pelirroja bajo la mirada y vio que en su cuello llevaba su cubre manos atado como una especie de bufanda, sorprendida lo miro a los ojos y sus miradas se cruzaron por un momento sorprendiendo a ambos, ella inmediatamente desvió la vista evitándolo por completo. Así desconcertada, Lily se acurruco en el cálido hombro de Anne, ante la atenta mirada de Eliza y Yue quienes no habían perdido detalle de todas los movimientos de su amiga.

Después de la cena y de todas las recomendaciones e indicaciones de su hermano mayor, implorando de no meterse en mas problemas en lo que restaba del curso, Lily se dirigió a su sala común, tratando de evitar a toda costa, solo por esa noche encontrarse con Scorpius y William, subió a su cuarto y se hecho a la cama.

Te gusta Scorpius Malfoy…- interrumpió de repente la voz de Eliza sentada en la orilla de la cama de Lily, mirándola-

-pe…perdón- dijo tartamudeando ante semejante pregunta hecha por su amiga, se levanto un poco apoyándose sobre su almohada-

- Hay Eliza por Merlin… los niños son fastidiosos, además él es muy grande- aclaro de inmediato Anne desde la otra cama, mirando a la atrevida Slytherin que a su vez seguía mirando a la pelirroja-

-Eso es lo de menos ¿te gusta Lily, sí o no?- volvió a arremeter la castaña- porque vi esas miradas que le hachaste cuando partíamos y…-

-¡No!, ¡No me gusta, a quién podría gustarle, ese serio y amargado viejo, insensible!-

- sólo es dos años mayor- aclaro Eliza, pero la otra niña continuo-

¡Pues parece que a esa edad no sabe usar una lechuza, ya que no es bueno para mandar una contestación o felicitación!- Exploto Lily, abrazando su almohada y enterrando la cara en esta con cierta frustración-

- Lily el te gusta- dijo Anne mas bien como afirmación, que como pregunta, a lo que la pelirroja oculta en su cabello, negó con la cabeza diciendo-

- No, pero creí que era su amiga… y que por lo menos me mandaría una postal de Navidad- termino confesando en tono triste y cabizbajo a lo que sus amigas inmediatamente no esperaron y la cubrieron de abrazos-

- Él, si le mando un regalo a William- dijo frustrada entre los brazos de sus amigas a lo que ellas sonrieron y con un pobrecita, consolaron a la pelirroja, quien termino suspirando.-

A la mañana siguiente, Lily garabateaba leyendas de repudio hacia el primogénito de los Malfoy, a la vez que comía perezosamente su avena, el comedor estaba empezando apenas a llenarse-

-¿quién es la lagartija insensible?- pregunto detrás de ella la Rose, quien en ese momento, se sentaba a su lado-

- ah, este. Buenos días…- contesto al saludo de su prima, cerrando el diario inmediatamente que William le había dado en Navidad.

- quién se ha ganado tan lindos apelativos de tu parte Lily-

- ah… bueno, este Filch… si Filch, me quito mi barquillo anoche cuando iba a la sala común, es desagradable-

-¡tú primer encuentro con Filch! Esos momentos en Hogwarts son para no olvidarse.- dijo en tono burlesco Rose sirviéndose algunas salchichas…

-¡Buenos días Lily, feliz año nuevo!- saludo alegremente William sentándose frente a ellas, sonriéndole a Lily, quien le sonreía de la misma forma, sintiéndose aliviada de que cierto rubio no lo acompañara como de costumbre.-

William platicaba a las dos primas, de los comportamientos y el extravagante carácter de Domino y como su abuela, le había comprado los más extraños accesorios a esta, desde un rosa chalequito, hasta un bebedor de cristal, dándole agua pura de manantial todos los días. Lily lo escuchaba entretenida por el extraño carácter de la peculiar mujer, cuando algunos murmullos los interrumpieron, pertenecían a alumnos que señalaban hacia las ventas. Fue cuando observo, una lechuza completamente negra volar trabajosa y torpemente, estampándose en algunas ventanas, cuando por fin logro entrar, planeo por el techo en un vuelo irregular-

- Es la lechuza de Scorpius…- dijo William-

-¿QUE?- pregunto sorprendida Lily, cuando el ave paso por encima de ellos y dejo caer un paquete maltratado frente a ella y estampándose en una de las paredes, cayo en parte de la mesa que estaba cerca de la puerta, quedando como muerta, varios alumnos se acercaron, entre ellos William y Rose para ver que pasaba.

Lily miraba incrédula el maltratado paquete de envoltura opaca y verde, teniendo escrito en impecable y fina letra, lo veía fijamente incapaz de tocarlo-

Para: Srita Lily Potter Weasley

De: Sr. S. M.

Lugar para entrega: Desconocido

-¿Estará muerta?- decía un alumno regordete de Hufflelpuff, acercándose a tocar a la inmóvil lechuza.-

-¡Light!- exclamo la voz de Scorpius Malfoy, quien se aproximaba de pronto a la mesa con cara apurada, apartando a los curiosos. La pelirroja se percato por primera vez que Scorpius no tenia el semblante frío, seguro y serio, mas bien se mostraba, apurado y afligido, pareciéndose un poco mas a un chico de 13 años como lo era su hermano Albus.

Alejando a todos los mirones, tomo a su lechuza en sus brazos y la reviso, al parecer todavía respiraba…

- ¿Scorpius, estas bien?- pregunto apurado William, pero fue interrumpido-

-¿Tú familia quedo en la ruina Malfoy? ni siquiera pueden tener una lechuza sana- dijo de pronto un Slytherin del mismo curso que Scorpius-

- quién diría que los arrogantes Malfoy, quienes perseguían a los muggles y sangre sucia, ahora se junten con ellos- se escucho el comentario de una de las chicas del grupo en referencia a la amistad de William. Scorpius los ignoro cargando a su lechuza, William los miraba confundido, nunca había oído semejantes argumentos en lo que llevaba de curso, se quedo parado, observando incrédulo, Lily decidió seguir al rubio, ignorando los comentarios-

-¿anotando puntos con la hija de Potter para sacar de la deshonra a los tuyos? - Scorpius se detuvo molesto, volteando para contestar, fue interrumpido por una enojada Rose, quien alzando la voz dijo.-

-¡Por Merlin, es de su misma casa, es uno de los suyos! No hablen de honor si ustedes se devoran entre ustedes… eso es patético… ¡los tiempos del que no debe ser nombrado y todas esas racistas ideas terminaron!- concluyo la Revenclaw, dejando callados por un momento al grupo de Slyterins, Scorpius miro sorprendido a la castaña fijamente, por un momento Rose lo miro también y el rubio inmediatamente desvío la mirada, dirigiéndola al piso. Lily lo noto y apretó a su pecho fuertemente su diario y paquete, Scorpius había esquivado la mirada de Rose, como ella lo había hecho el día de anterior, confundida apretó nuevamente el paquete, aferrándose a el. Pero este hecho no solo fue percibido por ella, otra rubia del grupo de chicos contesto-

-¿así que no solo aseguras con Potter tu amistad, sino también con la Weasley, eh Malfoy?- ante tal comentario Scorpius levanto la mirada-

-¡BASTA! NO TE METAS EN LO QUE NO TE IMPORTA WEASLEY Y TU MOLESTIA DÉJAME EN PAZ- grito al grupo, a Rose y a Lily y sin decir mas, salió por la puerta del gran salón, seguido inmediatamente después por la pequeña pelirroja, que sin saber por que, solo atino a salir por la puerta también-

-¿qué esta pasando jóvenes?- interrumpió alzando la voz autoritariamente la Profesora Mc Gonagall- a desayunar todos, que para eso estamos aquí- termino ordenando y tomando a Rose y a William del hombro los encamino a sus asientos-

-¡Scorpius espera… no vallas tan rápido! ¿A donde vas?- decía Lily caminando rápidamente detrás del Slytherin quien la ignoraba por completo- ¡qué esperes!- termino diciendo la pelirroja, tomando el extremo del abrigo del joven quien inmediatamente se volteo molesto, encarando a la chiquilla-

-¡Déjame, déjame, déjame!- grito exasperado en contestación, pero Lily no se inmuto-

-¿esta bien? Aun respira- dijo, ignorando las exigencias del rubio y rebisando al ave, continuo- vamos con Hagrid, él la salvara, él puede curar a todos los animales.- Termino diciendo consoladoramente, guiándolo hacia la cabaña del profesor de cuidado de criaturas mágicas. El joven no tuvo mas que seguirla, ya que el no sabia que hacer por su lechuza. Hagrid los recibió sorprendido, enfundado en un enorme pijama rosa de borlas azules, al parecer, escogidas por madame Hagrid. Inmediatamente retiro a la oscura lechuza de los brazos del joven y los dejo esperando en la sala, mientras Olympe Hagrid los atendía-

- Paguece que no hang desayunado…- observo la semigigante a los dos niños, quienes permanecieron callados, sin mirarse.

-Bueno prepagague, algunos pagnecillos- y diciendo esto, enfundada en su emplumada bata, se dirigió a la cocina.

Lily miraba el paquete en sus manos, confundida, sabia bien de quien era y no estaba segura si quería abrirlo delante de él o no. Así paso una hora, Madame Hagrid los había pasado a tomar un desayuno, era domingo y por lo tanto, las clases eran lo de menos. Scorpius por educación apenas sorbió el té y removió su plato, Lily solo lo observaba, su cabeza trabajaba a marchas forzadas tratando de procesar todo lo que había ocurrido, el paquete, las miradas de Rose, su intenso odio hacia el Slytherin mal infundado. De pronto por la puerta entro Hagrid con el semblante contento, y los llevo hacia fuera, al corral donde la lechuza oscura dormitaba tranquilamente, junto a algunas gallinas y palomas.

- La lechuza podrá llevar cartas nuevamente dentro de una semana. Solo fue el cansancio físico y mental por atravesarse con hechizos de confusión y protección de lugares. Parece que estuvo volando casi cerca de dos semanas sin parar, le di una poción revitalizadora y algo de comida. Si, dentro de una semana estará picoteando a otras lechuzas.

- Mi lechuza no es tan fina para romper los hechizos de protección que hay en tu casa- hablo de repente el rubio, mirando al ave- Eso parece…- termino suspirando y volvió a quedarse callado-

Lily cayo en cuenta entonces a lo que se refería Scorpius, su papa por protección siempre aseguraba los lugares en los que estaban, para que solo los encontraran las personas que el o los de su familia quisieran, ella había dado la dirección a Eliza a Anne y a William, pero nunca se la dio a Scorpius Malfoy, ni tampoco dio indicaciones a Cenizas para que esperara su respuesta. Muerta de vergüenza, apretaba nuevamente el paquete, ocultando su rostro debajo de su largo y rojo cabello.

- Me gustaría que se quedara unos tres días mas, para estarla vigilando- indico Hagrid a lo que Scorpius solo dio un seco si, para agradecer a su profesor por salvar a su preciada lechuza, en tono algo tajante. Se despidió de la profesora Olympe con un, "gracias por la comida" y salió por la puerta.-

- Ésos Malfoy nunca cambiaran- dijo Hagrid mirando hacia la salida de su cabaña- debes tener cuidado Lily, yo no me trago eso de que ahora son de confiar.- Advirtió el semigigante a la pequeña de los Potter, quien haciendo caso omiso y con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla abochorno completamente al profesor.-

-¡Muchas gracias Hagrid, eres genial!- termino diciendo, despidiéndose de la esposa del profesor y saliendo de la cabaña, corrió hacia al castillo, sorprendiéndose a medio camino, ya que el mismo Scorpius Malfoy la estaba esperando. Al llegar, este dio la media vuelta y emprendieron la marcha hacia la sala común.-

- Gracias… - balbuceo en tono bajo, pero suficientemente audible para la pelirroja, quien deteniéndose, abrió su diario, garabateando algo en este y arrancando un pedazo de hoja que alcanzo para Scorpius- siento no haberte dado antes mi dirección, es mi culpa- añadió diciendo al joven, quien la miro desconcertado, leyendo lo que decía el pedazo de papel que le acababan de dar, dijo-

-¿que te hace suponer, que quiero saber la dirección de tu casa y…? ¿La Madriguera? ¿Qué clase de nombre es ese?- Lily solo sonrió y dando un gracias, señalando al paquete continuo su camino, sin hablar mas, siguieron la marcha.

Al llegar, William los esperaba en uno de los sillones, preocupado por el incidente en la mañana, Scorpius solo levanto los hombros en señal despreocupado y se sentó junto al pelirrojo, quien había traído algunas raciones de comida para sus dos amigos, comenzó a comer ya de mejor humor, mientras escuchaba atentamente unas dudas de Will.

-Lily los escuchaba platicar, ahora si, serena, se percato del paquete que había cargado todo este tiempo y saco la carta que estaba fuera de este…

-¡Potter!- interrumpió nuevamente la explosiva Eliza, sentándose en uno de los brazos del cómodo sillón, donde se encontraba Lily- A Anne le han mandado dulces de calabaza y elote, vamos al dormitorio para comerlos, nos esta esperando- dijo, tomándola del brazo, la halo y se la llevo. Apenas Lily alcanzo a sujetar su paquete, olvidando completamente la libreta que tenia al lado. Scorpius se levanto del piso de donde estaba con William y se sentó en el sillón individual que acababa de dejar la pelirroja, mientras el otro joven, iba a su dormitorio, a enseñarle una revista Muggle que su padre le había mandado.

Scorpius noto la presencia del Diario a su costado y lo tomo, abriéndolo, comenzó a leer su contenido, el rostro de Malfoy era inmutable, simplemente al llegar a ciertas paginas, una de sus cejas se enarco. Cerrando de golpe el cuaderno, se levanto dirigiéndose hacia la salida.

- Veo que ya estas mas contenta - atino a decir Eliza echándose una goma de elote a la boca.-

- oh, bueno pues eso… este… mmm… yo… - trato de explicar, toda apenada. Mientras sus mejillas lucían rojas como manzanas y mostraba el maltratado paquete a sus amigas.

-¿qué es eso?- pregunto Anne desde la otra cama mirándola desconcertada- es un paquete maltratado-

- es que yo… pues… - confeso de corrido y lo más rápido que pudo-

¿Que?- pregunto sin entender a lo que había dicho, Anne-

- que… yo, pues- suspiro- olvide darle la dirección de mi casa, y mi papa pone hechizos de protección y confundidores para seguridad y para no ser molestados. Y la lechuza de Scorpius estuvo volando todo este tiempo para entregármelo-

-¡jajaja!- se río Eliza mirando a Anne quien le reclamaba con la mirada su indiscreción - perdón, perdón, es lo más gracioso que he escuchado estos días… -

- hay eso quiere decir que si te mando algo- concluyo en pensamiento romántico la rubia de Anne mientras miraba impaciente el paquete- quiere decir que si se acordó de ti en Navidad-

- Pues claro que si- interrumpió la castaña- es obvio, bien pues ábrelo- ordeno Eliza

- Pero es personal- argumento Anne, viendo a Lily que seguía con el sobre entre las manos- tal vez Lily no quiera que sepamos-

- No, claro que no es eso, ustedes son mis amigas- dijo Lily, abriendo la carta y leyéndola, la bajo rápidamente pasándoselas-

-¿tan rápido? Seria genial que tuvieras ya en primero un novio mayor- exclamo Eliza leyendo impaciente la carta que decía: -

23 de Diciembre

Buen evento de Navidad.

Tengo una hermana.
Atte Scorpius Malfoy P.D me llego una manga, que intento de regalo es este…

- oh, pues que expresivo- concluyo decepcionada Eliza-

A lo mejor el regalo lo dice todo.- dijo Anne, mirando a Lily que asentía y abría cuidadosamente en regalo. Al destaparlo se dieron cuenta que era un libro que decía-

Guía practica. Paso a paso para utilizar hechizos de costura y tejido para amateurs o casos perdidos.

(incluye fotografías y dibujos, para los casos de "brujas especiales")

- ahmm, bueno… él quiere que aprendas a tejer, eh, a lo mejor la dedicatoria… a lo mejor le puso algo mas personal.- argumento en defensa Anne, mirando amablemente a Lily-

- que querrá decir con brujas especiales- reflexiono Eliza mientras la pelirroja abría el libro-

- ah, si hay una dedicatoria- dijo contenta Lily y la empezó a leer-

Aprende a tejer, antes de mandar estas cosas.

- oh…- exclamo Lily mirando el libro ojeándolo- ¡Entonces por qué se lo pone como bufanda!- exclamo exasperada, apoyando su frente en la cama- los niños son muy complicados…-

- Es cierto Lil… el lleva tu cubre manos, o mangas, o lo que sea, como bufanda corta…- dijo Eliza, levantando por los hombros a la depresiva Lily…- El te mando esto, porque desea que le tejas mejores cosas para la siguiente Navidad.

¿Eso crees?- miro más animada a sus dos amigas-

- si yo también lo creo- dijo Anne- mira esta guía es muy buena, además, esto es mejor que nada, quiere decir que también te considera su amiga… o algo así…-

- Si soy su amiga- exclamo Lily. Y levantándose, se dirigió a la puerta, decidida a agradecerle a Scorpius por su magnifico regalo. Se sentía un poco mal ya que todo ese tiempo estuvo enojada con él, porque pensaba que la había olvidado, pero no era así… la carta tenia 23 de diciembre, eso quería decir que mando a su lechuza inmediatamente de recibir el regalo. Borraría inmediatamente todo los comentarios de desprecio escritos para él, en su diario.

Su diario, ahora que lo pensaba no lo estaba en su cama ni cuando entro, el diario…

-¡Will!- dijo Lily al llegar corriendo a la sala común y ver a su amigo sentado en el sillón donde ella había estado-

Lily ¿qué pasa?-

- Willo, mi diario, estaba ahí… el diario…

- No aquí no había nada Lily, pero Scorpius estaba también aquí. Lo deje sentado en este mismo sillón y ahora no…

Scorpius… ah… jajaja. Hay Merlin- trastrabillando. Salió de la sala común.

Scorpius reflexionaba esto desde la torre de astronomía, aprovechando que estaba vacía, desde ahí tenia muy buena vista de todo el paraje y terrenos del lugar. Dándole tranquilidad para poder pensar mejor las cosas. Sujetaba fuertemente la libreta encontrada, no necesitando abrirla ya que las palabras de la escritora se habían gravado fuertemente en su mente. Y no sabia como enfrentaría a tan singular dueña ni sus fuertes pensamientos sobre su persona. Este año había sido difícil, desde el inicio, conoció a un chico agradable con quien se entendió extraordinariamente, a pesar de que era dos años menor que él. Después estaba ella, la necia pelirroja, que brindaba su amistad, incondicionalmente aunque el no la quisiera. Podría ser más exasperante que esa entrometida de Weasley, que para colmo era su prima, solo que a diferencia de la Revenclaw, la Slytherin era tan impredecible que asustaba.

El primogénito de los Malfoy era un chico solitario, o eso es lo que quería demostrar, a decir verdad eso lo había decidido un día de hace dos años cuando cursaba primero y había entrado a Hogwarts.

El día que Scorpius fue llevado para abordar el expresso de Hogwarts, se encontraba muy nervioso, ya que su padre se había mantenido alejado del mundo mágico de Londres por mucho tiempo, casi no tenían contacto con los magos de la gran ciudad, viviendo alejados en un poblado tranquilo y por decir bonito de Escocia, de donde era originaria su madre, una comunidad donde los pocos magos de sangre pura se habían alejado y vivían en paz.

La emoción de ver una lechuza extraña que no pertenecía a ninguna de las familias que frecuentaban, no lo olvidaría y que el mensaje fuera la carta de aceptación en Hogwarts para él, lo hizo sentirse muy feliz, por fin conocería mas amigos de su edad, ya que en ese lugar casi no había niños con quien jugar.

Aunque su padre y su abuelo habían pensado en la posibilidad de estudiar en casa, su mama y su abuela se habían negado rotundamente, argumentando que Scorpius no tenia porque cargar con las acciones de estos, ni sus culpas, sin mas objeciones la preparación, para el colegio había pasado sin mayor pena ni gloria, sus padres habían ido a despedirlo, él subió, busco un cómodo compartimento y se sentó en el, observo por la ventana a una gran familia despidiendo a unos niños de su edad, era un hombre de gafas acompañado de una mujer pelirroja y un hombre del mismo tono de cabello, que a su vez acompañaba a otra mujer elegante de cabello castaño, muy parecida a la niña de su misma edad, quien ya portaba el uniforme de Hogwarts, parada Junto a otro niño de cabello oscuro que le daba la espalda. Scorpius miro a la pequeña castaña con atención…

Un niño que había entrado en el compartimento, de cara alargada y cabello negro, se paro junto a la ventana y exclamo- ¡Pero si es Harry Potter!- el rubio sorprendido, de escuchar lo que el otro niño decía, se quedo anonadado, él aunque tenia muy poco contacto con el mundo mágico urbano. Sabia muy bien quien era el gran Salvador Harry Potter y se sorprendió de haberlo estado observando, sin percatarse de quien era. Continuo mirando al grupo de celebridades, justo cuando el hombre pelirrojo, decía algo que hacia reír a todos, entonces fue cuando noto a la pequeña pelirroja que estaba al lado del Héroe. Tomada de su mano, esta hacia una expresión ensoñadora y romántica, diciendo algo que el niño dentro del tren no logro escuchar, para luego ver como la otra niña de cabello castaño le sonreía y la abrazaba despidiéndose de ella.

Al voltearse la niña con uniforme de Hogwarts cruzo su mirada con él, haciendo que este se avergonzara y dejara de mirar por la ventana, decidiendo quedarse sentado, mirando hacia el piso, sintió de pronto el jalón que hacia el tren comenzando a avanzar y volteo a la ventana, afuera la pequeña pelirroja tomada de la mano de la que parecía ser su madre junto ahora con otro pelirrojo de la misma edad decían adiós a una de las ventanas, detrás de ellos, Harry Potter levantaba una mano y también caminaba diciendo adiós al tren, manteniendo la mano arriba aun cuando había llegado al final del anden. Scorpius bajo la vista, sus papas se habían retirado en cuanto lo dejaron, volvió a mirar al anden, y antes de que este se perdiera la vista, pudo observar la gabardina negra de su padre en una de las esquinas al final del pasillo, junto a la inconfundible y delgada silueta de su madre, aunque no levantaban la mano, como lo hacia aquel héroe, miraban atentamente el tren donde el iba y eso lo hacia sentirse muy bien.

El viaje hacia el colegio paso sin pena ni gloria, Scorpius hasta había dormitado algunas horas.

Relacionarse con los demás no había sido tan fácil como él esperaba, cuando varios sabían su nombre preferían evitarlo, hasta cuando fue su turno de seleccionarlo, paso lo mismo que con el tal Albus Potter y la castaña del anden Rose Weasley. Todos lo miraban raro y el no sabia por que, haciéndolo sentir incomodo de cierta manera, cuando el sombrero menciono su casa todos aplaudieron casi sin entusiasmo, solamente Armand Blade lo recibio gustoso y lo sento a su lado.

Paso el tiempo del curso y los chicos de su misma edad, raramente le dirigían la palabra por lo que siempre estaba con el grupo de Armand quien lo recibía sin reproche.

A Scorpius le resultaba fácil entender sus platicas a pesar de su edad, ya que por lo general estaba acompañado de personas mayores. Y aunque a veces deseaba pasear con sus compañeros de clase, se contentaba con pertenecer a un grupo que ya lo aceptaba.

Refiriéndose a la educación que encontraba en el colegio, le parecía estimulante y fácil de entender, convirtiéndose en uno de los mas destacados de la clase, compitiendo para su suerte siempre con la Revenclaw Rose Weasley.

La niña de un modo tenia ese aire de sabelotodo que de alguna forma lo irritaba, siempre pareciendo que tenia un interruptor para levantar la mano en cuanto el maestro parecía abrir la boca. Pero a la vez era interesante lo que tenia que decir y físicamente más agradable que las otras niñas. Si no fuera porque estaba acompañada por lo regular de Albus Potter o de sus amigas de casa, además de la rivalidad en competencia que los enfrentaba en todas las clases, podrían haber sido buenos amigos, eso acompañado de que cada vez que trataba de hablarle él comenzaba a tartamudear, haciendo que optara por la pronta retirada.

Pudieron haber sido buenos amigos, pero el destino de Scorpius Malfoy no era ese, seria marcado una tarde de verano, casi al terminar el primer curso y llevarle a la profesora Trelawney, por encargo del profesor Longbothon, unas plantas para preparar té que ella necesitaba, que las esperanzas del pequeño Slytherin se vieron desvanecidas. El aula de la clase de adivinación seguía igual que siempre, para Scorpius ese lugar le parecía asfixiante y de mal gusto, muy parecido a la casa de la bruja rica y anciana que tenían como vecina y en donde su madre lo obligaba a hacerle compañía las tardes en que el niño no tenia nada que hacer en su casa. Con colores irritantes, llenos de almohadones y mesillas de té, acompañado de esa atmósfera densa y pesada aromatizada con el aroma de los inciensos. Todo es taba iluminado con una luz tenue y roja. Había cortinas en todas las ventanas y las numerosas lámparas estaban tapa das con pañoletas rojas

Scorpius se adentro buscando a la profesora, era la primera vez que entraba al aula y la desconocía, entrando con precaución aunque el lugar se viera aburrido y apacible, sabia muy bien que en Hogwarts las cosas no son lo que parecen.

-¿Mi niño, se te ha perdido algo?- frente a el, la delgada y estrambótica bruja de adivinación, hacia aparición envuelta en ese monto de chales con sus gafas con aumento y más demacrada que nunca, parecía algo enferma, se dirigieron al pequeño rubio quien la miraba con desconfianza por el extraño aspecto que la bruja proyectaba-

- El profesor Longbothon, me ha encargado que le suba esto, ¿profesora Trelawney?- dijo Scorpius que seguía mirando con curiosidad las cuentas de la mujer que colgaban de su cuello y también la respingada nariz que lucia sumamente roja-

Neville tan amable, mando mis hojas para el resfriado, gracias mi niño… con este resfriado mi ojo interior se ha constipado y me es dif…- la mujer no completo la frase, al tocar la mano del joven Slytherin, se encogió abrazándose así misma como si de un ataque de tos se tratara, Scorpius asustado por la crisis en la que se encontraba aquella extraña mujer, corrió hacia ella, pareciendo que no pudiera respirar y ya algo amoratada de su piel, se incorporo de pronto cuanto Scorpius mas cerca estaba sacándole un gran susto, la profesora Sibyll no parecía ya enferma, sus ojos como la niebla lo miraban sin hacerlo y una profunda voz salió de su boca.-

Nacido de los seguidores del que aquel que fue la desgracia para los mundos y la oscuridad para todos, marcado en su alma esta, atraerá a la puerta de fuego, para aquel que desean salir y derrotado no se considera…- Scorpius la miro sorprendido y quiso huir pero la mujer lo tomo fuertemente de la mano diciéndole- Aquel que nació de los seguidores arrepentidos, solo su camino herrante debe seguir, la deuda de los que murieron se debe pagar, aquellos a quienes toque, la vida les será destruida-

-Sibyll…- Scorpius vio parado en la entrada al director Narcisus quien los miraba con semblante serio y duro, muy extraño en él, acercándose a ellos, Scorpius aun podía escuchar las palabras de la profesora, el hombre con decidida mano lo soltó de la fuerte prisión en la que se había convertido aquella mujer- No es conveniente que esté aquí Sr. Malfoy, regrese a su casa- dijo el hombre de rostro hermoso, cabellera larga y plateada, a la orden el niño salió corriendo-

- Aquéllos que se acerquen, perecerán, aquellos a que él quiera, aquellos a que él estime, aquellos al que su corazón elija para amar, sacrificados ellos caeran…!- fue lo ultimo que escucho Scorpius, corriendo y dispuesto a no regresar y no volver a ver a esa mujer, esa noche en silencio, acurrucado en su cama el hijo primogénito de los Malfoy lloro-

Scorpius miro nuevamente el paisaje que ofrecía Hogwarts y el viento acaricio su cara, aquella palabras si eran para él o no, no quería saberlo, el se alejo completamente de todos, sus esperanzas de hablar o entablar alguna amistad con aquella graciosa castaña fueran enterradas, de hecho aquellas esperanzas de entablar amistad con los demás niños las hecho por la borda; se consolaba hablando con Light por las tardes, por eso aquella lechuza era tan importante.

Él había decidido demostrar el talentoso mago que era, se obsesiono por aprender todo lo que podía y ser el mejor mago de Hogwarts. No le importaba seguir solo, o al menos eso pensaba hasta que había entrado este año al compartimento de un pelirrojo de mirada valiente, quien lo invito a pasar, a pesar de que se notaba que era un niño de primero, él le sonrió y no hizo ninguna cara rara cuando él menciono su nombre, simplemente sonrío y decidió presentarse apropiadamente. Aunque no lo quiso admitir, Scorpius no supo por que, pero el chico le agrado de sobremanera, siendo desde entonces inseparables sin que el se lo propusiera y también estaba ella…-

- ¡Ahí estas! No te vallas a ir, espérate- grito desde abajo parada en la nieve Lily Potter, sorprendiendo inesperadamente al joven quien la observo desde la torre-

-¡No lo leas! Es privado y… ES PRIVADO- se escucho de pronto la autoritaria voz, quien agitada por subir las escaleras deprisa, llegaba hasta donde el rubio se encontraba. Este la miro viendo el lamentable estado en la que sus ropas se encontraban, llenas de lodo y húmedas por haber estado corriendo-

- Es mío y es privado y… pues no quiero que lo leas…- dijo la pelirroja un poco mas calmada, aunque algo nerviosa ya que el chico parado frente a ella solo había levantado una ceja- me lo podrías entregar por favor-

- ¿Lily Potter has visto como vienes?- pronuncio de pronto, sonriéndole, cosa que desconcertó completamente a la niña, quien apenada miro sus ropas y sintió vergüenza además que acompañado del pequeño detalle de que el nunca sonreía- escribes cosas raras de las personas, eres mandona, caprichosa, escandalosa y muy descuidada- continuo diciendo mientras seguía mirando el paisaje, sin voltearla a ver le dio la libreta que ella reclamaba- y caminas por la nieve con ropa sucia y húmeda.

- No lo leíste verdad… tu no lo leíste- pregunto con temor… olvidándose del extraño comportamiento que parecía tener el rubio.

- No dejes las cosas que no quieras que otros lean tan descuidadamente- respondió Scorpius regresando a su habitual seriedad y comenzando a caminar de regreso hacia su sala, seguido por Lily quien continuaba preguntando si había leído el contenido de la libreta-

-¿por qué usas mi tejido como bufanda?- cambio de tema de pronto

porque es lo que trataste de hacer…-

No, esto es un cubre manos- dijo en tono ofendido la pequeña pelirroja deteniéndose

¿Que? Un cubre que…- Scorpius desamarro el tejido de su cuello y lo miro con detenimiento. Lily lo tomo y le mostró como debería usarlo, causando que el chico nuevamente alzara su ceja y tratara de usar la prenda como ella le había indicado-

- gracias por usarla, pero si no te gusta ya no lo hagas…- dijo de pronto al ver los problemas que tenia para ponérsela - no soy tan buena tejiendo, no tienes porque ponértela- Lily iba a continuar, pero Scorpius la miraba y colocándose nuevamente como bufanda seriamente le dijo- Mi abuela se puso muy contenta de que recibiera regalos de Navidad de parte de amigos de la escuela, se emociono mucho… Y a mi también me dio gusto ver las lechuzas en mi ventana.

Bueno vamonos ya a dormir, mañana tendremos muchas clases y no quisiera encontrarme con cosas extrañas por los pasillos…

La pelirroja solo asintió y camino al lado de Scorpius sonriente, parecía que las cosas entre ellos estaban mejor que nunca y eso la hacia sentirse muy contenta, por fin ese orgulloso Slytherin la estaba aceptando-

Si es cierto, gracias por mi regalo me ha gustado mucho- dijo de repente deteniéndose, Scorpius hizo lo mismo y la miro-

Una lechuza Scorpius…- dijo de pronto Narcisa Malfoy mirando la cara de sorpresa de su nieto quien miraba a la pequeña lechuza gris que acababa de llegar- es la segunda en esta semana, me da tanto gusto por ti querido… es la primera vez que recibes correspondencia, eso quiere decir que ya tienes amigos…-

eh yo, no se, no me gustaría.- se quedo callado repentinamente- y si es cierto que la gente se lastimara si se acerca a mi. Abuela yo no se que hacer.

nadie puede lastimarse por estar junto a ti Scorpius y lo que deberías de hacer es, regresarle el detalle-

Scorpius se quedo callado sin saber que contestar, había recibido regalos de William, quien había prometido enviarle uno aunque el se opuso, pero no esperaba que la impredecible pelirrojo le enviara uno.

Lo que hayas oído de una maestra charlatana, no quiere decir que se valla a cumplir, nosotros decidimos que camino seguir- aconsejo la mujer rubia saliendo de la habitación y dejando a su joven nieto en sus pensamientos, no acabando de cerrar la puerta Scorpius pregunto-

- Abuela te gustaría acompañarme a elegir algunos regalos.-

Scorpius recordó ese momento mientras miraba la cara de Lily quien lo miraba con curiosidad al quedarse callado, le devolvió la mirada y diciendo- de nada Potter, gracias por el intento de bufanda, espero que uses con sabiduría el valioso regalo que te di-

- ¡Es un cubre brazos!- explico la pelirroja exasperada siguiendo de prisa a Scorpius quien la ignoraba perdiéndose los dos en la oscuridad del castillo.

La mañana siguiente los alumnos se acercaban a desayunar, Lily ayudada por Eliza borraba las paginas de su diario dedicadas especialmente a ofender al Slytherin-

-y aquí, y aquí y también. Wow Troll subdesarrollado esa si es buena- observo la castaña mientras Lily seguía con su labor con la cara toda sonrosada por la pena-

- Ahora si te la has ganado Malfoy- interrumpió de pronto Albus acompañado de James y su pandilla - ya me dijeron que le gritaste a Rose y a Lily ayer…- Scorpius simplemente continuo comiendo ignorándolo completamente como si nadie estuviera a su lado gritoneandole, Lily iba a protestar y James a interrumpir, cuando otra lechuza entro y dejo caer un sobre en el hijo mayor de Harry Potter quien levantándolo observo que tenia el sello de San Mungo, con la fina letra que pertenecía a su prima Penny.

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